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Aunque tengo la plena certeza de que esta declaración caerá en el vacío porque a los medios de incomunicación les importa un pito la libertad de expresión que dicen defender y los medios del proceso Bolivariano desestiman a quienes conocemos a la perfección las prácticas aberrantes de la llamada cuarta república no se porque, me veo obligado a no guardar silencio que sería cómplice, ante la cantidad de barbaridades y mentiras dichas en rueda de prensa de la Cámara Venezolana de la Radiodifusión.
Con respecto a los circuitos, todos los circuitos de Venezuela, sin excepción alguna, están conformados por emisoras de pequeños radiodifusores independientes que fueron llevados a la quiebra u obligados a vender bajo coacción, absolutamente todos.
Alguien decía una enorme mentira días atrás en el programa cinco pa’ las doce de globovisiòn y es que los circuitos no eran de una sola persona o consorcio, porque eran asociaciones estratégicas de pequeños radiodifusores independientes, especialmente para garantizar la venta de publicidad en bloque desde Caracas….MENTIRA! El señor Gustavo Cisneros Rendiles, a través de testaferros tiene cuatro circuitos radiales él solo: Unión Radio, La Mega, Onda y una más cuyo nombre escapa a mi memoria y el señorito Nelson Belfort heredó de su papi el circuito CNB y su papi a su vez heredó el circuito Mundial del fallecido Catire Isturiz, que después perdió con Orlando Castro quien a su vez lo perdió con Luís Miquilena (Circuito Venezuela Radio).
Vamos persona por persona. Nelson Belfort hijo. Decía este señorito muy serio y creyéndose que era verdad la mentira que decía, que ellos estaban muy preocupados por sus trabajadores. Me consta, por haber perdido tres años de mi vida trabajando para los Cisneros en Radio Visión 810 (1988-1991), que lo que menos le preocupa a los dueños de los circuitos son sus trabajadores, a los cuales tratan como a esclavos y si pudieran cobrarles, en lugar de pagarles un salario, lo harían con gusto. En complicidad con los Sindicatos de Radio, le escamotean hasta el último medio a los trabajadores, no pagan seguro social y no pagan reposos porque los trabajadores tienen que ir a clínicas privadas y no reconocen los récipes o reposos de dichas clínicas sino los del seguro social. Los que osan defender sus derechos y los de sus compañeros son puestos enseguida en una lista negra hasta que, en componendas con los famosos sindicatos negocian el despido de dichos trabajadores, sin importar siquiera si tienen fuero sindical y como si fuera poco quedan marcados de por vida y no vuelven a trabajar más nunca en una radio.
Decía Meba, que heredar las concesiones era un derecho adquirido de los hijos de los actuales dueños o los ya fallecidos. En el supuesto negado de que así fuera, ustedes le han violentado ese derecho a media humanidad en Venezuela, al haberle robado a sus padres, porque esa es la palabra correcta, sus estaciones de radio independientes para anexarlas a sus circuitos. Sin embargo “dura lex est lex”: la ley es dura pero es la ley y la ley indica que las concesiones no son hereditarias y aquí ya se acabó ese jueguito de la oligarquía de torcer o romper las leyes cuando entraran en conflicto con sus intereses económicos. Aquí lo que ocurrió en el pasado, es que ante ese hecho legal, la familia del dueño de Radio Apolo de Cagua, Estado Aragua, cuando falleció fue donde Luís Herrera Campins, quien iba a recuperar la frecuencia para el estado (no recuerdo haber visto a ninguno de estos “defensores de la democracia” entonces) a fin de pedirle que en un acto de gracia les traspasara dicha concesión, porque vivían de esa estación de radio y así se hizo, no la heredaron. Un caso similar fue el de Radio Valencia, con la diferencia de que la viuda de Miguel Ached no estaba interesada en seguir adelante con la radio por razones familiares y la frecuencia de Radio Valencia 850Kghz iba a ser asignada a Radio Nacional de Venezuela, pero Jaime Lusinchi se la otorgó muy graciosamente a los hermanos Celi para que evadieran el pago de prestaciones a los trabajadores de la cerrada Radio Valencia y ahora es RV850 AM.
Marieta Hernández, hija del célebre ex Ministro de Transporte y Comunicaciones Hernández Solís, que llegó a ese cargo para, de manera inmoral, llenarse de estaciones de radio que con el tiempo se convirtieron en el circuito Radio Tiempo. Clamaba esta niña por el público oyente de sus circuitos a quienes adoran y aman. TAMAÑA MENTIRA! Para lo único que le interesa el público a estos señores es para mostrar ante los potenciales clientes y agencias de publicidad cifras de audiencia que les reporten un cerro de billetes. Estas damas y estos caballeros desprecian tanto al público que ingenuamente los premia con su audiencia, que, cuando Radio MIA salió al aire con una programación innovadora que incluía la participación activa del público, el resto de los radiodifusores de Valencia le cayeron encima a Alì diciéndole que si estaba loco y que: “la gente lo que quiere es mierda”, a lo cual, invariablemente papá les contestaba: “le gusta la mierda porque lo único que ustedes le dan es mierda, pero dales lomito y te echaré un cuento”. El tiempo como siempre, le dio la razón a Alì al convertir a Radio MIA en la emisora favorita del pueblo Valenciano.
Finalmente estos “angelitos” solo están defendiendo la democracia y la libertad de expresión. Hay que ser bien cínico para afirmar algo así. En primer lugar insisto en lo que insistió toda su vida Alì Caccavale: “en esta país no ha habido, no hay ni habrá libertad de expresión, hasta que los periodistas sean dueños de los medios en los que trabajan”. Les pregunto a los señores de la cámara ¿Cuántas personas dan su opinión libremente en las emisoras de los circuitos? ¿Defendían la democracia y la libertad de expresión los señores de La Mega 95.7 FM de Valencia cuando botaron a Paul Gillman por ser Chavista? ¿Cuál libertad de expresión defendían los Cisneros cuando tras botarme del circuito VISIÔN me vetaron en todas las radios de Venezuela? ¿Cuántos foros con invitados especiales hacen ustedes donde sea el público directamente y no un periodista quien le haga preguntas? ¿Dónde está el derecho de quienes quieren escuchar música Venezolana o de cualquier otro tipo, si ustedes transmiten 24 horas de esa inmundicia asquerosa y cloacal que llaman regeton?
Libertad de expresión y democracia hubo en esta país durante los 26 años que Radio MIA estuvo en el aire. Mi viejo tenía un programa llamado “la opinión del director”, todos los días y una vez hizo una denuncia sobre la pepsicola y el gerente en Valencia que entonces era Raúl López Pérez, se presentó como un energúmeno a refutarlo y Alì le mandó a grabar en los estudios una declaración donde hasta le decía mentiroso. El operador de grabaciones alarmado llamó a Alì para decirle el contenido de la declaración y preguntarle si eso iba a salir al aire. La contestación de Alì fue un rotundo SÌ, pero la entrevista entró inmediatamente antes de su programa, donde procedió a contestarle al señor López. ¿Puede haber mayor libertad de expresión?, pero más importante ¿se atreverían ustedes a hacer lo mismo?
Me gustaría saber en que circuito le abren las puertas a todo el mundo, como hizo Alì Caccavale con Radio MIA, por donde pasaron adecos, copeyanos, uredistas, ministas, masistas, miristas, comunistas, todos los movimientos estudiantiles habidos y por haber, José Vicente Rangel cuando fue candidato a la presidencia en el 73, CAP, que fue su más mortal enemigo, Luís Beltrán Prieto, un zuliano que fue astronauta en la NASA, católicos, evangélicos, pentecostales, mormones, masones, budistas, mahometanos, fue la primera emisora en poner los discos de Alì Primera, de Facundo Cabral, de música Venezolana en horarios estelares, de salsa, de rock, de soul, de jazz, clásica, la única en toda la historia de la radiodifusión en Venezuela que en cada fecha patria transmitía el programa “Nuestra Historia” que era una narración radioteatralizada de todas los hechos históricos y no solo los cuatro conocidos sino también la invasión de Mariño por Güiria que muy pocos conocen y las biografías de todos los participantes en la batalla de Carabobo, incluido el Mariscal La Torre, comandante del ejército realista, cada Diciembre recibía en sus estudios grupos de gaita y parranda y hacía un programa de dos horas de Lunes a Sábados, pero lo más importante de todo, cualquier hijo de vecina como suele decirse tenía las puertas y los micrófonos de Radio MIA abiertos.¿Será por eso que los gobiernos de AD y copei le negaron toda publicidad? ¿Sería por eso que a todo comerciante adeco y copeyano se le ordenó que tampoco le dieran publicidad? ¿Sería por eso que CADAFE le suspendió cinco veces el servicio de electricidad, sin contar con los largos cortes no oficiales? ¿Sería justamente por eso que el Lunes siguiente a su salida al aire le metieron un secuestro policial? Dios tarda pero no olvida. Hoy en día, más de uno añora volver a escuchar a Radio MIA, ejemplo clarísimo de que nunca como ahora este país ha tenido absoluta libertad de expresión y de que la libertad de “hacer lo que me de la gana” es la única que están defendiendo estos latifundistas radiales y terroristas mediáticos.
A continuación El Sucrense presenta imágenes exclusivas de los tanques de guerra fabricados en Chinapòn que el Presidente Chávez está enviando a las FARC, así como los entrenadores especiales para el uso de los lanzacohetes nucleares ATOL5 y otros asesores militares.
Comiencen a sobarse los señores cómplices de mi bello genio, el que vive en una botella y demás adoradores, jaladores y afines, pues el pasado Jueves 6 de Agosto estuvieron en Valencia el profesor Bernardo Ancidey y el camarada Félix Sucre, quienes se reunieron con la “ilegal e ilegítima” Contraloría Social de las Misiones Presidenciales del Estado Carabobo en su oficina del Fuerte Paramacay, con la finalidad de darle autoridad absoluta como única existente en toda Venezuela en lo referente a Misión Sucre y oficializar esa oficina como sede de la Contraloría.